España aprueba el nuevo PNIEC, que actualiza al alza los objetivos energéticos para 2030

El Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) ha sido actualizado revisando al alza los objetivos españoles para el final de la década, con la intención de acelerar el proceso de transición energética. El documento, que se remitirá a la Comisión Europea tras su aprobación este martes en el Consejo de Ministros, establece metas más ambiciosas en cuanto a la reducción de emisiones y al aumento de la capacidad de energías renovables, debido a los buenos resultados que se están alcanzando en este sentido.
En concreto, España se compromete a reducir los gases de efecto invernadero (GEI) un 32% en 2030 respecto a los niveles de 1990, lo que supone un aumento de nueve puntos porcentuales en comparación con el objetivo estipulado en el PNIEC aprobado en 2021.
El nuevo plan también prevé que a finales de esta década el 81% de la generación eléctrica será de origen renovable, frente al 74% fijado en el anterior. En este incremento tendrá un papel fundamental la energía solar fotovoltaica, que duplica su objetivo para 2030 pasando de los 39 GW instalados a los 76 GW.
También se refleja un aumento significativo de la capacidad de generación de la energía eólica, de los 50 GW a los 62 GW. Además, se refuerza la apuesta por seguir desarrollando otras fuentes de energía como el hidrógeno verde, que triplica sus expectativas (de los 4 GW a los 12 GW), y el biogás, que las duplica (de 10,41 TWh a 20 TWh).
En cuanto al progresivo retroceso de las no renovables, el carbón cuenta ya con un peso residual en la generación eléctrica y se prevé que desaparezca por completo en 2025, ya que más de la mitad de las centrales han cesado sus operaciones en los últimos años. En cambio, el PNIEC 2023-2030 no introduce variaciones en los objetivos de la energía nuclear ni de los ciclos combinados de gas, aunque este último seguirá desempeñando un papel importante en el sistema eléctrico al final de la década.
Otro de los pilares clave de esta actualización del PNIEC es el aumento de la capacidad de almacenamiento energético para garantizar la estabilidad del sistema eléctrico, a medida que aumente el protagonismo de energías intermitentes como la solar y la eólica. El nuevo plan propone alcanzar una capacidad de almacenamiento de 22,5 GW para 2030, lo que supone un incremento respecto a los 20 GW que se planteaban en el de 2021.
En cuanto a otros sectores, como el del transporte, España seguirá apostando por avanzar hacia una movilidad más sostenible. El plan establece que el parque de vehículos eléctricos alcanzará los 5,5 millones de unidades en 2030, una cifra ligeramente superior a los 5 millones previstos en el PNIEC anterior.
Plan Nacional Integrado de Energía y Clima
El PNIEC es un documento que establece la estrategia que el país llevará a cabo durante los próximos años en el ámbito energético y climático y los objetivos que debe cumplir para 2030. La Unión Europea obliga a todos sus miembros a elaborar y actualizar periódicamente sus planes de energía y clima, y evalúa esos compromisos de forma continua para ajustarlos a sus objetivos de transición energética y descarbonización.
La primera versión del PNIEC fue aprobada en 2020 y revisada posteriormente en 2021. Ahora, con esta nueva actualización, España constituye la hoja de ruta a seguir para lo que resta de década, siempre con el punto de mira puesto en alcanzar la neutralidad climática en 2050, en línea con las directrices marcadas por la Unión Europea.
Extremadura, referente en energía
Extremadura y País Vasco son las únicas dos comunidades autónomas que han realizado una extrapolación del PNIEC a niveles regionales, estableciendo sus propios objetivos para el 2030. En el caso extremeño, se recogieron en el Plan Extremeño Integrado de Energía y Clima (PEIEC) 2021- 2030, que se ha convertido en el principal instrumento de la región para avanzar en la transición energética y hacer frente al cambio climático.
La comunidad extremeña continúa liderando la transición energética en España. Año tras año, las renovables superan sus máximos históricos y consolidan a la región como un modelo de referencia en el país. Solo cinco regiones españolas son capaces de cubrir su demanda eléctrica con energías renovables, y Extremadura se sitúa a la cabeza del ranking nacional en este índice.